Capulla era sarcástica, siempre (ahora solo a veces) y le encantaba. Escribía muy bien (utilizando todo su sarcasmo y escribiendo como dios manda)... pero cometió el error de dejarse llevar por un par de personas y se convirtió en María Magdalena.
Tras esto, llegó a otro bachillerato... un bachillerato que nunca acabó porque no le dió la gana. Se pasaba el día en el parque consumiendo sustancias alucinógenas (pero que a ella solo le hacían reirse más de lo normal). De vez en cuando se pasaba por el instituto a saludar a los profesores y a los compañeros que no iban al parque.
Decidió irse a Madrid, porque sí, porque Madrid mola mucho. Odia de los madrileños la palabra "mazo" y los laismos. La chulería no, porque "pa chula ella".
Como tenía que buscar una excusa para irse a Madrid, decidió hacer algo de fotografía, que le gusta mucho, pero no tenía pensado hacer nada hasta que sus padres no le dijeron "si te vas a Madrid es para estudiar algo". Así que se hizo un curso de fotografía química que le gustó mucho (Jgts, ya lo se, no hace falta que lo vuelvas a decir) y hasta que no tenga dinero (y mucho) no piensa hacer el master (que tiene que ser alucinante).
La sutileza no es una de sus mayores virtudes (le gusta, pero ella no es sutil). Dice las cosas tal y como se le vienen a la cabeza. Si tiene que decir que una tia facilona es una zorra, lo dice, no dice que anda un poco ligera de cascos (porque no tiene el vocabulario suficiente y porque su mente vaga se va a lo rápido, cómodo y fácil)... y si ve que le tiene que dar muchas vueltas a algo que tenga que decir, no lo dice y punto, porque se hace un lio y al final no sabe lo que dice.
La mitad de las veces no se entera de lo que la gente dice, es muy cortita (o muy despistada, según se mire).
Capulla se conforma con poquito para ser feliz. Se conforma con tener gente cerca cuando la necesita y con tener un trabajo mediocre, lo justo para ganar dinero y poder salir sin tener que depender de nadie.
Capulla tiene memoria de pez (o un poquito más). Se le ha olvidado poner un montón de cosas más, pero le da igual, porque ya se le han olvidado.
3 comentarios:
Ya me habían dicho que tengo un doble por ahí... es superinquietanta, sobre todo si el que se lo encuentra un día soy yo. O es que seré yo mismo que me desdoblo?
Capulla puede estar tranquila, pues hay mucha gente que cumple con esas características que describes o con la mayoría de ellas... Otras personas, por supuesto, no encajan en dicho perfil (sería la vida muy aburrida sin contrastes). Yo soy de las que coinciden.
Me ha gustado mucho tu escrito.
Saludos
Capulla, has hecho muy bien en contar lo que has contado, que la gente no tiene que ser igual que otra gente ni tienen que cambiar a la par que otra gente ni del mismo modo... Y todavía hay gente que esto no lo entiende... Lo importante es gustarse a uno mismo e intertar ser como uno quiere ser.
Esto mismo te lo he dicho respondiendo a un comentario que hacias en mi blog, pero, por si acaso no lo lees, también te lo pongo aqui.
Saludos
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