03 agosto 2009

te quiero por tu dinero

Mi trabajo en el Dia% no deja de ser un trabajo... pero me la suda tanto.
Me da igual que me regañen por llegar tarde (que aunque no lo parezca, esto solo ha pasado dos veces), me da igual que me regañen si no he colocado los productos perfectamente alineados (que falta medirlos, vaya), me da igual tardar tres siglos con un cliente si hay cola (la culpa es de ellos por no tener el dinero bien preparado), me da igual que me repitan constantemente "es que no le pides cambio a los clientes" aun sabiendo que no es cierto.
Lo bueno de todo esto es que sudándomela todo no me pongo nerviosa y no la cago tanto como otras cajeras (según dicen, para lo poquito que llevo lo hago mejor que muchas otras... no se si esto será verdad, pero quiero creer que se me da bien aunque no me guste el trabajo).
Me da igual todo... y se que no debería... peeeeeero, no quiero que el trabajo me consuma.

2 comentarios:

Alberto dijo...

Y bien que haces... "no eres tu trabajo", gran frase.

UNA CERVEZA dijo...

Existe gente que vive para trabajar. Yo sólo quiero trabajar para vivir. No es lo mismo.