..seguro que no se lo cree nadie"
El viernes me fui a cenar con Didi al Kebab (ahora que no le debo dinero al hombre, no me da vergüenza ir). De cenar, nos fuimos las dos a casa de un amigo a beber hasta las una y algo, que esto de hacer botellón en casa de alguien, mola y sale barato.
Fue mi primera vez... la primera vez que ligué en el ocho y medio con alguien(es) que no estuviese(n) loco(s), al menos no lo aparentaba(n). A partir de ahora cuando quiera ligar iré sin Jgts, porque está visto que cuando voy con él, no ligo.
A las cinco de la mañana, estábamos todos medio muertos y queríamos irnos a casa... pero nop!, estuvimos una hora en la puerta, sentados en un escalón hablando con un loco que se quejaba porque no le dejaban entrar (no le dejaban entrar porque había estado pintando en las paredes).
A las seis decidimos irnos de verdad, así que decidí acompañar a Didi hasta la parada de metro... ¡JA! A mitad del camino nos sentamos en un escalón a contarnos nuestras vidas, hasta que se nos apeteció ir a una churrería que hay en Espíritu Santo para comernos dos porras (toma ya). Claro que a esto le faltaba... un café o algo, ¿no?:
· Capulla": yo creo, que el Dunkin está abierto ya... son las 7:30
· Didi: bueno, si no está abierto, podemos desayunar en el Mcdonalds.
Efectivamente estaba cerrado y en vez de buscarnos otro sitio, nos sentamos en el escalón de Ulanka (una tienda de zapatos que hay allí al lado y que hace esquina) hasta que decidiesen abrir.
Estando allí tiradas apareció Txema (con Tx, eh? Porque él era más original que los demás), no lo conocíamos de nada, pero se tiró allí con nosotras y nos invitó a un after. Nosotras no teníamos dinero para pagar un after, además que solo queríamos nuestro café y a dormir... pero como estábamos haciendo tiempo y no teníamos nada que hacer, acompañamos a Txema hasta el lugar este extraño y nos volvimos al Dunkin a ver si habían abierto ya.
De camino al Dunkin, Didi me dijo: "Capulla, como te pares a hablar con alguien más, te parto la cara". ¿Qué pasó? Pues que en la plaza de Santo Domingo nos encontramos con un asturiano y su gaita. No recuerdo por qué empezamos a hablar con él, creo que fue por una fuente que había allí o yo que se; la cosa es que el tío se puso a tocar la gaita, llegaron cuatro yonkis y se pusieron a bailar a su alrededor. Muy bonito todo.
Llegamos al Dunkin (que ya eran las nueve y pico) y no tenía dinero para pagarse el café, así que Didi lo invitó.
Como ya he dicho, el hombre era un poco sensible y dramático (más dramático que sensible), así que estuvo todo el rato en plan víctima y diciendo cosas que, según él, ni Didi ni yo entendíamos.
Cuando por fin decidimos irnos (nos hemos ido ya como veinte veces), el gaitero nos dice: "pues me voy a poner aquí en la puerta del Corte Inglés a ver si me saco unas pelillas". No se cómo, pero nos convenció para que nos quedásemos a verlo tocar un rato. Él se colocó con su gaita en la puerta de la Fnac y nosotras tiradas en la puerta del Corte.
Ahí fue cuando Didi me invitó a su casa a comer y a ducharme, "pero no digas que te vienes a mi casa, porque seguro que se nos engancha y quiere venirse también a comer".
Apareció otra vez Txema, que ya había salido del after, y se puso a bailar alrededor del gaitero y a tocarle el culo y los brazos (creo que hay alguna foto de esto).
Didi y yo dijimos "ahora que el tío está tocando, podemos irnos". Esperamos a que parase para acercarnos y despedirnos... pero el mu cabrón, en vez de quedarse allí tocando empezó a recoger y se vino con nosotras (nooooo)(se sacó 10€ en cuatro o cinco canciones).
· Gaitero: "venga, os invito a una coca-cola con lo que me he sacado"
· Didi: "no, que tengo que irme a hacer la compra antes de que me cierren"
· Capulla": "uy, yo había quedao a las seis para ir a hacer fotos"
Tampoco se como nos convenció para que al final fuésemos a tomarnos la coca-cola... ahí fue cuando me llamó Jgts (que estaba en el contempop). Yo me salí a la calle a hablar con él y los otros dos se quedaron dentro. Cuando volví, Didi tenía cara de asco y el otro no hacía más que sobarle el cuello y los pendientes de las orejas.
Decidimos irnos (esta vez de verdad). El gaitero nos acompañó hasta la parada del bus. Por el camino intentó sobar también mi cuello, y mis pendientes, pero pasó un coche por allí y como tengo la costumbre de ir siempre en medio de todo, me aparté con la excusa del coche (yujuuu).
Llegamos a la parada y el bus estaba llegando:
· Capulla": "¡¡Didi mira!! ¡¡el autobuuuuus!!"
· Didi: "¡¡ay corre!!"
Le dimos dos besos y salimos corriendo. Él se quedó con carilla de cordero degollao como diciendo "vaya mierda de despedida". Ajo y agua.
Llegamos por fin a casa de Didi, con ganas de ducharnos (porque estábamos guarrísimas de habernos pasao toda la noche y parte del día tiradas por el suelo) y... y... no hay agua. Tampoco podíamos comer porque íbamos a hacer pasta. Por lo visto un vecino había tenido una fuga o no se qué. Nos lavamos las manos, la cara y los pies con una botella de agua (que estaba helá) y estuvimos sin agua hasta las 4 (desde las 2 que habíamos llegado).
Por fin nos duchamos y comimos. Estuvimos tooodo el rato recordando lo que nos había pasado con el gaitero, imitándolo y descojonándonos. Lo peor (a parte de lo quejica que era) eran sus manos, eran enooormes y tenía unas uñas larguísimas y feísimas:
Didi: "este levanta el retiro en dos zarpazos"
Acabamos a las cinco de la tarde, bebiendo Redbull del Lidl con licor 43 y Johny Walker... y c'est fini.
