La primera semana fue interminable, pensaba que retrocedía y volvía a hace un par de años. La única diferencia es que la gente pregunta "¿Qué tal Madrileña?"... y que no tengo rastas. La semana pasada lo pasé fatal... no porque esté en Vélez, sino porque tengo que ir todos los días al bar y me agobia muchísimo... porque trabajar con mi padre, agobia (Coco y mi madre están de testigos)... porque tengo la sensación de estar perdiendo el tiempo en Madrid, que todo lo que haga no me servirá para nada porque al final acabaré trabajando en el bar, como hizo mi padre.
[aquí sigo...]
12 agosto 2008
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