27 agosto 2023

¿Esto lo lee alguien?

Hoy he recordado que tenía un blog. Un blog en el que hace más de diez años en el que no escribo. Por pereza y porque dejaron de estar de moda, supongo.

Obviamente en doce años pasan muchas cosas, así que voy a hacer un resumen, porque ahora mismo tendría que estar haciendo un boceto pero no me apetece... me apetece escribir. 

He estado doce años siendo teleoperadora para el CAP (Centro de Atención Personalizada, le llaman...). Mi trabajo consistía básicamente en dar citas para toda la Comunidad de Madrid para el médico de familia y para el médico especialista. Vamos, de teleoperadora.

Al principio estaba súper bien ahí. Era un trabajo cómodo, de lunes a viernes, con las tardes libres y no tenía que vender nada. Con el paso de los años empecé a estar hasta el coño. Sobre todo por las broncas que no tenían nada que ver conmigo. 

En los años en los que estuve allí intenté buscar trabajos y cursos de otras cosas. No había nada que me convenciese, especialmente ningún trabajo. He estado muchos años sintiéndome inútil por no saber hacer absolutamente nada (si al final mis padres tenían razón y tendría que haber estudiado algo con alguna salida práctica, pero es lo que pasa cuando eres adolescente, que no tienes por qué tenerlo todo claro).  

Los últimos años fueron los peores, porque encima nos metieron el teléfono de información del COVID. Mi nivel de querer matar gente aumentaba por momentos, sobre todo a los jefes del proyecto y a las cabecillas de la Consejería, que cada día inventaban una cosa nueva para ganar más dinero con la desgracia de millones.

Antes del COVID, llegó RuPaul Drag Race a mi vida (y pensarás, ¿qué tendrá que ver esto?... ahora lo verás) y empecé a interesarme por cómo se maquillaban (ahá). Un día iba andando por la calle, vi una escuela de maquillaje y pensé "¿y si estudio maquillaje?". Pero mi "yo" de siempre pensaba a la vez "si no te has maquillado en la puta vida y nunca te ha interesado esta mierda".

Finalmente lo hice, me apunté a un curso de maquillaje profesional y, para mi sorpresa, me gustó y lo disfruté muchísimo. Mi intención (cuando fui a pedir información) era hacer el de caracterización y fx, pero sin tener ni puta idea, pensé que era mejor empezar de cero. Dos años después sí que hice el de caracterización y fue una auténtica pasada. Además, en este segundo curso hicimos piña todas las de clase y ahora tengo unas amigas increíbles. 

Volvemos a lo de teleoperadora (tranqui, que esto lleva a alguna parte). En los últimos meses, por no decir el último año, me agobiaba cada día más. Se me hacía imposible pasar un día entero sin llorar. La gente me "echaba la bronca" por una cita que le daba y al colgar esa llamada yo tenía que pararme a llorar, NO PODÍA MÁS. ESTABA HASTA EL MISMÍSIMO COÑO. Imagino que como muchas otras personas, pero no todo el mundo tiene la misma capacidad para afrontar las cosas. TOTAL, que decidí que tenía que irme de allí como fuese (pero con paro), así que empecé a cagarla, a cogerme más descansos de los que debía, a contestarle a la gente... son cosas que no había hecho nunca porque era una trabajadora modelo (está feo que lo diga, pero es que era un puto robot).  Como lo de tocarme el coño y ser una borde no funcionaba, pasé al plan B. Un plan que me dijeron que funcionaba. Básicamente desaparecí. Como el último año estuve teletrabajando, dejé un día de conectarme y así conseguí que me echasen para poder cobrar el paro mientras me buscaba la vida de otra forma. 

Llevo más de un año en paro (aunque haciendo trabajos esporádicos de maquillaje y fx) y no lo echo de menos. Para nada. De hecho, fue una liberación.

A día de hoy estoy esperando a firmar un contrato con la escuela en la que estudié para ser profe de maquillaje. Empiezo el día uno y estoy bastante acojonada pero muy contenta de poder trabajar en algo que no sabía que me iba a gustar tanto.

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En estos años me he hecho también vigoréxica. Voy al gimnasio a diario aunque de primeras no se me note, porque sigo teniendo mis chichas gordas de las que, a día de hoy, no me avergüenzo. 

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Seguramente siga escribiendo. Viene bien para desahogar y organizar ideas y pensamientos.

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Veintidós años y sigo sin saber escribir. 


Un besito.


La Capu.

15 diciembre 2011

contra los zombies...


En una de mis siestas de ayer (...), tuve un sueño muy divertido: estábamos en pleno holocausto zombie y habían encontrado el remedio para combatirlos. Era el guacamole. Si comías guacamole y un zombie te mordía, no pasaba nada. Si te mordían y no habías comido guacamole, había por la calle autobuses especiales (como los de donaciones de sangre) en los que te inyectaban guacamole en vena.

En mi sueño estaba yo en uno de los autobuses cuando entró un hombre a quien habían mordido y le regañába por no haber comido guacamole antes.

Luego (en mis divagaciones post-siesta) había pensado que los autobuses podrían llamarse "guaca-móvil" y que los restaurantes de comida mexicana se convertirían en farmacias.


[y tan pancha me quedé]

30 octubre 2011

Tortilla de patatas para mil personas

Ingredientes:

1200 huevos
150kg de patatas
75l de aceite
1kg de sal
150 cebollas medianas

Paso uno: cortar y lavar las patatas y las cebollas en laminas finas. Una vez puesto el aceite a calentar en un recipiente suficientemente grande para todos los ingredientes, se echan las patatas añadiendo la mitad de la sal y se fríen. Cuando se vean doradas se apartan y es importante que escurran el aceite en un gran colador o en un enorme plato con varios metros cuadrados de papel absorbente.

Paso dos: Se baten los huevos con el resto de la sal y una vez batidos se añaden las patatas, mezclándolas bien con el huevo batido.

Paso tres: impregna de nuevo la gran sartén con un rodillo empapado de aceite hasta que cubra una lamina del fondo de la sartén y ponlo en el fuego. Se echa la mezcla del huevo y las patatas. Truco: si ves que no llegas a todas las esquinas de la sartén, utiliza un remo, agitándolo con habilidad para que no se pegue la tortilla. Cuando se perciba que está cuajada coge otra sartén del mismo tamaño, también impregnada con el rodillo de aceite, y disponte a darle la vuelta (es fácil, solo hay que hacerlo con seguridad). Se le puede dar vueltas hasta que quede dorada por ambos lados según el gusto... Y ya está nuestra tortilla de patatas para mil personas.

Cualquier duda, consulte con un ingeniero.

11 septiembre 2011

Mi 11S


Tenía yo 14 años y no se si es que no me daba cuenta de lo que estaba pasando, o no quería darme cuenta.
Después de comer fui a mi casa, donde había quedado con mi vecina que quería ver "Al Salir de Clase" en mi casa, ya que en la suya estaba su hermano ocupando la tele.
El plan era: vemos la serie y luego nos vamos a la piscina.
Era la hora de la serie, y no la ponían. Solo emitían las noticias con las imágenes de los aviones chocando con las torres.
Estuvimos esperando un rato a ver si reestablecían la emisión, pero nada... nos aburrimos y no fuimos a la piscina.



[pues eso]
[está claro que las imágenes son de Google, ¿no?]